Efectivos de la Policía Nacional llegaron este miércoles
hasta una zona agrícola en la provincia de Huaura, región Lima, para buscar el
cadáver del delincuente Carlos Enrique Landa, quien habría sido asesinado por
el mismo sicario que mató al ex consejero regional de Áncash Ezequiel Nolasco.
Alias "Chacuero", quien era el terror del distrito
de Santa María, habría perdido la vida a manos de Christian Cruzate Pereda, (a)
"Colombiano", confeso asesino de Nolasco.
La búsqueda del cadáver del citado delincuente fue
infructuosa, a pesar que se sabe que él habría sido mandado a matar por encargo
de un conocido narcotraficante de la zona, conocido como
"huachanito", en venganza por presuntamene haber violado a su esposa
e hija al entrar a robar a su vivienda.
Actualmente "huachanito" está detenido en la sede
de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), en el Centro de Lima,
junto al suspendido presidente regional de Áncash, César Álvarez.
Según algunos testigos, este sujeto habría mandado a matar
hasta a cinco personas, entre ellas, a Carlos Enrique Landa, y coincidentemente
quién cometió el crimen habría sido el sicario que ultimó a Nolasco.
Ante este cruce de historias, la Policía trata de descifrar
qué hay detrás de todos estos hechos delictivos.
Los agentes estuvieron provistos de perros de búsqueda y han
realizado algunas excavaciones en el terreno agrícola.
CULPA AL HUACHANITO
Sherly Landa (25), hija de Carlos Enrique Landa, negó que su
padre haya ultrajado a la esposa e hija del "huachanito", a quien
identificó Fredy Garay Malbaceda. Según ella, su progenitor fue mandado a matar
porque se negó a delatar cara a cara a sus cómplices que sí cometieron la
vejación.
Sollozando pidió que la ayuden a encontrar el cadáver de su
padre, que el 30 de mayo cumplirá un año desde que desapareció.
"Su propia familia habla que él (huachanito) lo ha
enterrado acá, que es llamado el "cementerio de la tablada" porque
entierra acá a todos sus muertos", manifestó.
También pidió garantías para su vida y el de su familia
porque, dijo, recibe amenazas de muerte.
(Miguel Romero)
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